domingo, 27 de septiembre de 2015

LAS CONSECUENCIAS DEL DESEO


LAS OSCURAS PRIMAVERAS
2013. Dir. Ernesto Contreras.

 


         No pude verla durante su corto paso por las salas de cine y me había perdido de una excelente película. Pina (Irene Azuela, sensual y convincente), asistente de oficina, seduce a Igor (José María Yazpik), empleado temporal de mantenimiento del edificio donde ella trabaja, pero tienen solamente tocamientos y besos. Pina es madre divorciada y vive una relación bipolar y conflictiva con su hijo Lorenzo (Hayden Mayenberg). Igor está casado con la empeñosa Flora (Cecilia Suárez) que tanto hace limpieza en casas como lavar y planchar ajeno. Cuando se da la oportunidad de encontrarse en un hotel, Pina no puede asistir a la cita. En otra ocasión, es Igor quien falta al anhelado ayuntamiento.

 

Pina e Igor se desean pero tienen cadenas
que los atan para dar rienda suelta al instinto, al deseo.
 
         Mientras tanto, somos testigos de las difíciles relaciones interpersonales. Igor alterna la dulzura y compañía de Flora con la insatisfacción sexual. Pina refleja la ausencia del hombre en los ataques verbales o de acciones contra el pequeño Lorenzo (quien a su vez realiza juegos sádicos como venganza indirecta). Se llega al aparente absurdo: Pina tira todos los juguetes de Lorenzo; Igor se gasta todos los ahorros mancomunados en la compra de una fotocopiadora.

 

La relación entre madre e hijo es bipolar.
De pronto se agreden, luego se abrazan.
 
         Estamos ante una compleja trama que muestra las consecuencias del deseo. La insatisfacción sexual va modificando los comportamientos y las vidas cotidianas de esta pareja encadenada a otros seres. Lorenzo sabrá cómo chantajear sentimentalmente a su madre y Pina tendrá que tolerar y adaptarse a la nueva situación de su marido. Sus realidades se tornarán en copias fotostáticas de una existencia que va perdiendo su fuerza y tonalidad como la tinta que se agota en la fotocopiadora. O la tinta que, con fuerza, muestra las manos de Lorenzo en la escenografía del festival de primavera al cual nunca asistirá y en donde no podía recitar un verso que hablaba de las cadenas que se romperán al llegar esta estación del año.

 

Flora viene a ser una carga moral para Igor.
 
         Al inicio de la cinta se nos indica que es invierno. Al término, sabremos que ha llegado la primavera con su calor, su liberación, pero igualmente queda latente la culpa, la soledad, el tedio postcoital. Es una película redonda, perfectamente lograda en todas sus implicaciones. El elenco es adecuado y efectivo. El realizador Ernesto Contreras ya había demostrado su calidad como cineasta desde Párpados azules (2007), otro retrato de la soledad en pareja, tema que tampoco queda fuera en esta apreciable película que puede disfrutarse en DVD.

Otro de los grandes realizadores
del cine mexicano contemporáneo:
Ernesto Contreras.

EL PELIGRO DEL CONSTANTE PLACER


MAGIC MIKE XXL
2015. Dir. Gregory Jacobs.

 


         Hace tiempo que no veía una película tan tonta (bueno, si cuento Birdman...). Una secuela inútil en cuanto a desarrollo de personajes y trama: para nada inconveniente al verla como excelente inversión y gran taquillazo. Uno va al cine porque quiere ver la vida en distintos tonos, dimensiones, alcances. Uno quiere saber cómo son las cosas desde diferentes miradas y experiencias. Eso me sucedió al ver Magic Mike (2012, Soderbergh) porque se mostraban los peligros del constante placer. Sus personajes eran strippers que vivían lo cotidiano con diversas perspectivas. Mike (Channing Tatum, quien produce y reaparece en esta cinta) se daba cuenta que la edad llegaría y que su instrumento de trabajo se tornaría ineficaz entre tanta sangre joven que diariamente se convertía en su competencia. Se contrastaba al joven Adam (Alex Pettyfer) con otros de sus colegas. Entre la droga, el sexo casual, el ritmo de vida, Mike prefería retirarse.

 

Al inicio de la cinta, Mike (Channing Tatum) reflexiona
frente al mar. No sabemos los motivos, hasta que
después los menciona en la cinta, sin mayor importancia.
Es el único momento "interno" de la película.
 
         Al iniciar esta secuela, Mike tiene su fábrica de muebles contemporáneos. Recibe la llamada de sus viejos colegas para invitarlo a que participe con ellos en una convención de strippers. De pronto, vienen los recuerdos, y acepta. Entonces inicia un largo viaje desde Tampa hasta Carolina del Sur. Sufren accidentes, reencuentran viejas amistades, se relacionan con mujeres frustradas hasta llegar a su meta. Sin embargo, nada de esto es interesante. Lo que pudo darle su picardía, ya que Mike, autoempleado, convive con otros compañeros cuyas aspiraciones son pequeñas o difíciles, se evita. Ni la participación en un club gay, ni el encuentro con las mujeres ávidas de pasión, ni la búsqueda de una vieja amiga en su club nocturno para damas, especie de pequeño burdel, llegan a los límites que podrían esperarse. Mike tendrá su satisfacción personal al participar en este retorno a su origen (y hasta encontrará el posible amor), pero no hay reflexión alguna, no hay gran comicidad, y los números aparentemente sensuales son en realidad fantásticos ejercicios gimnásticos.

 

Big Dick Richie (Joe Manganiello) hace una rutina
en una tienda de conveniencia que causa pena ajena.
Fuera de esa estatura y cuerpazo, no hay nada
contundente ni redimible del personaje.
 
         Magic Mike XXL llama al bostezo y al deseo de que pronto termine.  Tatum baila perfectamente su hip hop. Joe Manganiello tiene el mejor cuerpo de todo el elenco pero su ridículo número en una tienda de conveniencia es para causar pena ajena. Esto no es suficiente para salvar tramas estúpidas.
 
 
Gregory Jacobs, el realizador, ha sido asistente, productor
y guionista. Sus anteriores cintas han pasado
sin pena ni gloria (entre ellas "Criminal" con Diego Luna)
y lo mismo ha pasado ahora (aunque con la gloria del taquillazo).

lunes, 14 de septiembre de 2015

UN TOQUE DE BORGES, SÍSIFO, SERLING O DICK...


EL INCIDENTE
2014. Dir. Isaac Ezban.

 

         Dos historias narradas de manera paralela: un par de hermanos delincuentes es perseguido por un agente policiaco en las escaleras de emergencia de un edificio. De pronto se escucha una explosión: el agente dispara y hiere a uno de los hermanos. La escalera se torna infinita, sin escape alguno. Una mujer, con sus dos hijos, sale de viaje hacia un balneario, acompañada de su nuevo novio. En el camino se escucha una explosión, la carretera se torna infinita, repetitiva, donde todo vuelve al punto de partida. Pasa el tiempo: cada día se repiten los objetos que tenían o existían cuando ocurrió el inicio de sus infernales odiseas. Uno de los hermanos muere como consecuencia de la herida; la hija de la mujer muere al destruirse su inhalador porque padece de asma. Siguen pasando los años, todos envejecen hasta que llega una posible explicación y aparente salida.

 

Raúl Méndez, Fernando Álvarez Rebeil 
y el desagradable Humberto Busto
en la escalera interminable e infinita 
 
         Filmada con gran tacto e inventiva, estamos ante una cinta de ciencia ficción, género pocas veces explorado con efectividad en el cine mexicano, que se abre a diversas explicaciones o interpretaciones. Como toda película críptica, se vale llegar a las conclusiones personales acordes con la sensibilidad de cada espectador. Tenemos una pista obvia que el realizador nos brinda para ayudarnos: uno de los delincuentes trae consigo un ejemplar de Time Out of Joint, novela desconocida para quien esto escribe, de Philip K. Dick, donde se relata cómo el personaje vive en un mundo irreal en cierto año que no coincide con el que en verdad está. Y ese es el sentimiento que uno como espectador siente: una mezcla entre realidad e ilusión. Por otro lado está la repetición de cada día, la multiplicación de objetos, pero el paso del tiempo físico, implacable. Un lapso de 35 años: la ancianidad entre los personajes mayores; la madurez del personaje que inició como niño en esta aventura infernal.

 

El encantador Gabriel Santoyo con su hermana muerta,
en la carretera interminable e infinita
donde maneja su desesperada madre, Nailea Norvind
 
         Debe destacarse el estilo y el ritmo de la cinta que no dejan de atrapar al público. Es natural: el misterio y la necesidad que tenemos siempre por resolverlo. La curiosidad que busca la explicación racional para caer en lo fantástico: esa irrupción de lo inesperado e insólito dentro de lo que sería la acción normal y cotidiana. Algo ha sucedido cuando se escucha el estímulo sonoro y el incidente, la acción que lleva a una muerte. La maquinaria de una dimensión más allá de nuestro entendimiento que alimenta a la trama que hubiera llevado a mejores soluciones. Sin la ocurrencia de un incidente, la vida sería otra. Y al ocurrir, la carga de culpabilidad produce efectos trascendentes. La película nos lleva a otra versión del mito de Sísifo abriendo las alternativas de la vida, aunque eso jamás llegaremos a saberlo.

 

Sin la ocurrencia de un incidente, la vida sería otra...
 
         Una sombra borgiana se encuentra a lo largo de la película. Uno recuerda a El jardín de senderos que se bifurcan “donde hay tiempos divergentes, paralelos, convergentes. Esa trama de tiempos que se aproximan, se bifurcan, se cortan o que secularmente se ignoran, abarca todas la posibilidades”. Por otro lado está el espíritu de Rod Serling y su Dimensión desconocida que entraba en el ámbito fantástico, haciendo uso de estos maestros del género, aunque en treinta minutos de televisión semanal. Aquí el realizador Ezban alcanza ese prodigio, con más tiempo y recursos.

 

No queda más que seguir adelante,
aunque continuarán repitiéndose "incidentes"
 
         Primer largometraje del director Isaac Ezban, menor de 30 años, empresario que ha entrado en la producción, distribución y exhibición cinematográfica, ya tiene otra cinta en espera y una tercera en planeación, luego de varios cortometrajes. El reparto está conformado por Raúl Méndez, Nailea Norvind, Hernán Mendoza, Fernando Álvarez Rebeil, además de niños (Gabriel Santoyo, memorable en Cuatro lunas) y ancianos que dan miedo y dolor, de los cuales no recuerdo sus nombres.

 

El joven realizador Isaac Ezban ofrece una excelente
ópera prima en largometraje
        

 

 

martes, 8 de septiembre de 2015

EN ALTIBAJOS


EL AGENTE DE C.I.P.O.L.
(The Man From U.N.C.L.E.)
2015. Dir. Guy Ritchie.

 
 
         Napoleón Solo (Henry Cavill) une fuerzas con el soviético Ilya Kuriakin (Armie Hammer) para encontrar al inventor de una bomba atómica que puede ser construida con facilidad y al alcance de muchos países. Para ello, primero buscan a la hija del hombre que vive en el Berlín Oriental. Luego tendrán que buscar al tío de la muchacha que trabaja para un matrimonio italiano que tiene escondido al científico. Todo esto sirve de pretexto para entrar a secuencias de acción, supervivencia, amenazas en una era cuando la tecnología era primitiva y fallida, además de cierta tensión sexual.

 

Henry Cavill y Armie Hammer
 
         La trama sucede en 1963 y se tiene una buena, aunque no excelente, recreación de época. Los vestuarios femeninos se sienten exagerados. La banda sonora consiste en éxitos secundarios (tanto en italiano, con Luigi Tenco y Pepino Gagliardi, como en inglés con Gene McDaniels y Roberta Flack, entre otros). Visualmente se  mantiene la época, pero no así el humor del realizador que siempre es intermitente: uno se ríe ligeramente para luego perderse en la inopia. Los diálogos suenan pesados y las acciones no alcanzan la ironía pretendida (mientras discuten, por una falla eléctrica, sobre lo que harán con un villano, éste se electrocuta e incendia).

 

Elizabeth Debecki es una excelente villana
pero es disminuida en la trama
 
         Lo mejor de la cinta son las secuencias de acción: hay una al inicio de la película donde Solo se enfrenta con Kuriakin. Aún no se conocen y el segundo tiene órdenes de matar al espía norteamericano. La persecución por calles de Berlín es magistral e inesperada en sus consecuencias. Luego, una sencilla pelea en un elegante, verde y práctico salón de sanitarios No obstante, ya no alcanzará la película dichos niveles.

 

Otro de tantos pleitos deliciosos entre
los dos espías de la cinta
 
         Quizás el discurso de la cinta es utilizar la nostalgia del cine primitivo de espías para hacer una referencia tecnológica e insistir en la paranoia constante de ambos lados. Eran tiempos de Guerra Fría y el hecho de unir a soviético con norteamericano daba paso a una esperanza. Sin embargo, no trasciende. Trama y personajes se diluyen entre el deseo de hacer reír o simplemente emocionar al espectador. La falta de definición del tono es el principal problema. Ahora bien, la cinta ocurre en momentos previos a que se conforme la C.I.P.O.L., por lo que se comprende la inicial rivalidad entre espías: el final promete alguna secuela. Uno se queda con las magníficas presencias de un fortachón Cavill y un altísimo Hammer como promesas de otras cintas que serán mejores, sobre todo porque estarán ellos.

 El realizador Guy Ritchie ha filmado mejores películas