viernes, 17 de diciembre de 2010

ALMAS TORTURADAS


LA REUNIÓN DEL DIABLO
(Devil)
2010. Dir. John Erick Dowdle.




Apenas pude ver esta película que me intrigaba por la sinopsis breve que aparecía en la cartelera de El Norte pero no tenía idea (por fortuna) que estaba involucrado M. Night Shyamalan, el director de la espléndida "El sexto sentido" (1999) pero muchas pifias posteriores. La película está basada en un argumento del realizador (de hecho, el título completo es "The Night Chronicles 1: Devil", lo que da a entender que es la primera de lo que será una serie) con el buen tino de dejar que otro guionista lo desarrollara (nada menos que Brian Nelson de quien conocemos dos joyitas: "Niña mala" y "30 días de noche") y otro realizador la dirigiera (Dowdle quien nos dio la versión norteamericana de "Rec" bajo el nombre de "Cuarentena" pero que no fue mejor ni distinta a la original).

La película inicia con tomas de cabeza del río Delaware mostrando a una Filadelfia con rascacielos hacia abajo y puentes colgantes que retan visualmente a la gravedad, mientras escuchamos la voz del protagonista principal, el detective Bowden (un mesurado y magnético Chris Messina)narrando una añeja historia que le contaban sobre el diablo. Luego se entra de lleno a la trama: una persona se ha suicidado tirándose desde una oficina en lo alto de un rascacielos. En ese mismo edificio, cinco personas (una mujer mayor, un guardia temporal, una joven muchacha, un vendedor de colchones y un mecánico)toman un elevador que queda varado entre pisos. Empiezan a suceder hechos extraños: la luz se va y cuando vuelve, alguno de los prisioneros de ese cubo metálico, ha sufrido agresión o muerte. Todo es presenciado por los guardias de seguridad, y por el detective Bowden quien ha sido llamado al lugar, a través de monitores. Se identifican a cada uno de ellos menos al mecánico.

Por otro lado, el detective Bowden trae una pena consigo: cinco años atrás su mujer e hijo pequeño fueron muertos en un accidente de carretera donde la persona que los chocó huyó del lugar, dejando una simple nota con la frase "Lo siento mucho". Nos enteramos que ha vivido con rencor hacia el criminal y que se está recuperando de haber caído en el alcoholismo. Hay otro personaje secundario: uno de los guardias de seguridad es de ascendencia latina y su religiosidad hace que explique los hechos como obra del diablo. Todavía otro elemento: todos los personajes del elevador tienen alguna forma de pecado y culpa: asalto, robo, estafa, engaño, muerte.

Con todo ello, nos acercamos a una trama esquemática, muy bien establecida, que mantiene la atención porque produce que el espectador esté alerta e informado de lo que posiblemente sucederá más adelante. Es semejante a las fallidas cintas bajo el título de "Actividad paranormal" cuyo gran defecto era que solamente pasaban cosas en vídeos que grababan presencias fantasmales y lo demás era aburrido y sin sustancia. Aquí,la gran diferencia estriba en la estructura narrativa, en que los hechos del elevador están sustentados en todo lo que ocurre alrededor de ellos en el exterior, aparte de no caer en trucos imaginativos: todo se ve (excepto los asesinatos) y el ritmo es preciso. Como ocurre en las tramas imaginadas por Shyamalan, hay giros sorpresivos y se descubre algún elemento oculto para llegar a la solución de su historia.

Sin revelar identidades ni conectar situaciones, solamente les diré que tiene dos hermosos finales: uno de redención ante el pecado cometido; otro de perdón con una carga emotiva que estremece al espectador y restablece al equilibrio. La hermosa y estética fotografía de Tak Fujimoto nos lleva a la conclusión de la cinta mostrando las mismas imágenes del inicio pero ahora correctas, sin desquiciamiento ni cabeza abajo. Todo se ha ordenado: las almas torturadas han alcanzado el final del camino ya sea condenadas por el pecado, salvadas por el arrepentimiento o liberadas del dolor.